Casi 37 años viví sin vos y lo hice muy bien, no quería tener asuntos pendientes en el momento que llegaras, cualquiera que me conoce sabe que siempre fui una mujer que aparenta ser fuerte y en el medio, como todos lo hacemos, en cierta forma buscaba mi compañero de vida como la naturaleza marca, aunque no le temía a la vida sola.
Pero hoy me levanté extrañándote y pensé que haría sin vos y se me hizo difícil imaginar un futuro donde no estés conmigo, sin nuestras mañanas especiales y nuestras noches de películas que nunca termino de ver, nuestras charlas de vida, mis horribles mates cebados con amor y nuestros chistes y risas, las comidas que intento hacer para mimarte y vos estoico te comes todo sin chillar, los paseos al sol, el pool que nunca te puedo ganar y nuestros sueños que en el medio van renaciendo y sin saberlo resultaron compartidos. Ya no puedo pensar de a uno, todo se redirige automáticamente a un “nosotros”.
Me das amor, paz y alegría, y yo hago lo que puedo con todo eso que muy pocas veces recibí en la vida de un hombre y lo tuve fue por breves y escuetos momentos.
Y quiero seguir subiendo esta montaña que seguramente tendrá sus partes sinuosas, pero vos tenés la conducta y la fuerza y yo la persistencia, y entre los dos tenemos el amor que se necesita para lograr todo en la vida, incluso los sueños que parecen imposibles.
Ese amor es el que mueve al mundo y el mundo es todo nuestro, si hoy alguien me pregunta se que puedo y quiero todo porque estás conmigo. Llevame de tu mano, yo te sigo. Te amo.
A mi novio.
