Twitter

Twitter

Facebook

miércoles, 31 de octubre de 2012

TE ESCRIBO

Te escribo para que sepas que sigo acá, porque cuando vos te vas, yo te miro y se que vas a volver, porque todos volvemos alguna vez y cada vez que lo haces te entiendo menos y ya no trato de hacerlo pero te quiero un poco más.
Te escribo porque puedo enojarme mucho y ser la peor del mundo odiando pero aprendí a que todo se me pase, aprendí a verte como sos y no como debieras ser, también no hace mucho empecé a tratar de confiar solo porque sos vos y yo te veo, como vos sabes verme a mí.
Te escribo porque alguna vez nos reímos o lloramos juntos, porque me retaste y te enojaste conmigo y yo con vos, y luego nos volvimos a reír de todo y a llorar por todo...solo porque nos gusta hacerlo juntos, sino quien me pasaría los pañuelos.
Te escribo porque vos queres estar conmigo a veces y yo con vos y eso no puede ser, pero lo intentamos y quizás en el lío de la vida lo logremos o te vea pasar feliz por la vereda de enfrente y me alegre por ello.
Te escribo porque fuiste parte importante de mi vida y hoy ya no estás, pero yo te recuerdo con una sonrisa, guardo tus fotos y tus regalos y te deseo lo mejor, porque te amé.
Te escribo porque espero que cuando termine de escribir esto sigas ahí, y abra la puerta con una sonrisa y te diga: “Cuanto hace que no te veo… Te extrañé.”

viernes, 19 de octubre de 2012

LA BURBUJA

Una burbuja…vos, yo, aire. Solo que estamos de diferentes lados…Primero desde adentro vos me haces señas de todo tipo para captar mi atención, yo te veo y te sonrío, luego giro alrededor de ella llamándote y vos giras dentro, y no te escucho.
Yo grito y vos me miras sin gesto alguno en tu cara, y por un momento dejo de verte, ya no estás, te fuiste a otro lugar por esa ruta que mirás siempre.
Este juego, a la niña que llevo dentro le resulta cruel, no es como la mancha donde se podía tocar al otro y salir corriendo para ser perseguido, sería más divertido.
Un mar de pensamientos… los tuyos desconocidos, los míos los sabe el mundo entero pero aún así no te llegan y yo no se como actuar ante tus secretos, no se derribar muros, no tengo fuerza y no tengo herramientas ni armas. Solo me tengo a mí.
No se si dar mucho o poco, no se como se mide todo, nunca fui buena en matemáticas. Uno más uno últimamente es igual a X y voy y vengo por esa letra y no encuentro la salida.
Yo no se lo que es quietud, necesito escuchar, sentir, ver, necesito saber, sino mi luz se apaga y mi mundo se entristece, hasta que me acuerdo de algo lindo, de un despertar o un abrazo y en un suspiro te guardo otra vez esperando que me quieras mañana, pero hoy mis ojos son más oscuros que ayer.
Como una carta con tres intentos de entrega fallidos y sin dirección exacta, voy y vengo por la cuadra de tu alma, pero siempre fui un cartero de poca persistencia. Pienso: “me parece que no hay nadie”…me paro en la puerta, golpeo las manitos…“No, no hay nadie, o no me quieren atender quizás” mejor no toco más timbre. Dejo aviso y me voy.
Tal vez mañana vuelva o quizás venga otro cartero a repartir algo de amor.