Una burbuja…vos, yo, aire. Solo que estamos de diferentes lados…Primero desde adentro vos me haces señas de todo tipo para captar mi atención, yo te veo y te sonrío, luego giro alrededor de ella llamándote y vos giras dentro, y no te escucho.
Yo grito y vos me miras sin gesto alguno en tu cara, y por un momento dejo de verte, ya no estás, te fuiste a otro lugar por esa ruta que mirás siempre.
Este juego, a la niña que llevo dentro le resulta cruel, no es como la mancha donde se podía tocar al otro y salir corriendo para ser perseguido, sería más divertido.
Este juego, a la niña que llevo dentro le resulta cruel, no es como la mancha donde se podía tocar al otro y salir corriendo para ser perseguido, sería más divertido.
Un mar de pensamientos… los tuyos desconocidos, los míos los sabe el mundo entero pero aún así no te llegan y yo no se como actuar ante tus secretos, no se derribar muros, no tengo fuerza y no tengo herramientas ni armas. Solo me tengo a mí.
No se si dar mucho o poco, no se como se mide todo, nunca fui buena en matemáticas. Uno más uno últimamente es igual a X y voy y vengo por esa letra y no encuentro la salida.
Yo no se lo que es quietud, necesito escuchar, sentir, ver, necesito saber, sino mi luz se apaga y mi mundo se entristece, hasta que me acuerdo de algo lindo, de un despertar o un abrazo y en un suspiro te guardo otra vez esperando que me quieras mañana, pero hoy mis ojos son más oscuros que ayer.
Como una carta con tres intentos de entrega fallidos y sin dirección exacta, voy y vengo por la cuadra de tu alma, pero siempre fui un cartero de poca persistencia. Pienso: “me parece que no hay nadie”…me paro en la puerta, golpeo las manitos…“No, no hay nadie, o no me quieren atender quizás” mejor no toco más timbre. Dejo aviso y me voy.
Tal vez mañana vuelva o quizás venga otro cartero a repartir algo de amor.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario