Twitter

Twitter

Facebook

lunes, 21 de febrero de 2011

CON SU LUZ EN MI ALMA

Cuando el sol te iluminó por última vez... te acordás?
Te acordás cuando lo viste y te ofreció su calor? O te encandiló con su luz?
Yo siempre supe que estaba ahí pero últimamente no lograba verlo bien, algo siempre se interponía entre él y yo, algo que no me dejaba ver.
Que dificil era salir del invierno eterno de los cuerpos que perdieron la capacidad de recibir un beso, un abrazo.
No dejaba de caer esa nieve que vive en las almas escarchadas y solo veía las nubes oscuras difíciles de disipar .
No podía ver como ese sol y el mar de convertían en uno por un momento rápido, fugaz, pero imposible de olvidar.
Entonces algo hermoso pasó y una mañana, la brisa del mar me demostró que es mi amiga y no es para nada débil, puede ser suave pero también puede mover montañas de sensaciones olvidadas...y traerlas hacia mi.
Ella, desde un caracol que le pedí prestado esa playa de verano, me contó la historia de las posibilidades constantes de ser feliz por breves momentose vivir día a día sin pensar demasiado, de sentir y luego recordar y sonreir.
Y así, al final de ese hermoso cuento que me susurró la brisa junto al mar, levanté mi cabeza, había amanecido...y ese sol que había olvidado estaba allí nuevamente para mi.
Fue entonces esa mañana, que desde la orilla, un beso a mi sol le dediqué y esperando volver a verlo pronto, con su luz en mi alma me despedí.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario