Desde un lugar apartado pero lo suficientemente cercano como para ya casi definir el destello en los ojos de cada uno de ellos, los observo...
Los Leones caminan por un iluminado sendero hacia su destino, que saben que fue marcado con las llamas de un fuego sagrado.
La firmeza de sus pisadas tatúan el camino incierto e interminable que deben recorrer hasta llegar al oasis de la consagración donde buscarán experimentar del sonido de sus propios rugidos que unidos dirán la última palabra y les advertirá quienen son y cual es su misión.
Simples, tranquilos, sin demasiadas complejidades ni rodeos caminan al mismo ritmo, se acompañan, se alientan a seguir adelante, buscan cada tanto su alimento y así sigue la manada, unida avanza hacia ningún lugar en particular, recorriendo la inmensidad de su reino, y quizás sin saberlo están yendo sigilosamente hacia todos los lugares al mismo tiempo.
Saben que en algún momento la música que forma su aura expandirá los colores de sus corazones en un mensaje que llegará al rincón mas remoto de esta tierra que ya es casi gris y está desconsolada y vivirá por siempre en las almas de todos aquellos seres que esperan con ansias una palabra, pero mas aún una acción que les enseñe a discernir entre lo malo y lo bueno, a no caer y a mantenerse en pie para lo que pueda venir, que les indique como seguir por ese sendero.
Y veo como avanzan en ese camino nuevo... y no puedo evitarlo pues ya llegaron sus colores hasta mi ...y voy tras ellos.
4/5/2010- Dedicada a 26 LEONES.
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